Estoy alarmado, en la escuela ya no se pasa metodología pura ni mito particular alguna, ni martín de lusenet, ni Jeannette, ni a bambino.
Me encanta viajar en coche con la música a tope a tope, fumando petas y bebiendo Ginebra. Pensaba que no iban a concederme estudiar en Irlanda de intercambio, por los antecedentes que te dije. Pero viví en Fingal y fui Gregory Peck, Jaume Ray buscando hormonas en los huevos de Gary Cooper.
Soy guapo, y prota de toda mi obra, lo hace y lo canta todo: Thor D. Dragonhead.
Yo también fui alumno de Lovecraft, Monzó, Bukowski o Groucho, también de Rubianes y del Terrat. 13 por 7 no cabe en ningún salón, con Ventura íbamos a gusto y le hacíamos de palanganeros. Encontramos las luces azul cielo de la calle valencia. Rollo piscina, rollo pez.
¿Toni? Mi primo Antonio si que se lo monta bien, colgado del palo del palo eléctrico. Maria está celosa y mueve el culo al andar. "Oye, mira a ver si arriba del poste esta mi señor haciéndose una paja por mi" . La libido me llega hasta la frontera de la Jonquera.
Veo reyes en el agua, veo un siete, un siete de corazones, también juego a la sota, tengo un trío bien jodido. 8 o 9 amigos desaparecidos, el calabozo y el desprecio del hombre como Dios manda. ¿de prestado que quieres? Mendigo del visto bueno de los amigos. Luego me hice adulto.
Pero soy vago, ataxico y algo indisciplinado, hago canciones preciosas que no se cantar, siempre me pierdo y cofundo la letra, además, se que no se me entiende y que la culpa no es solo de mis dientes. No, mis canciones son como yo: "Como cuando se abren los girasoles con el sol de la mañana, mi corazón late en emoción y el dolor desaparece. Y cuando te vas, el regusto amargo del crepúsculo nos invade y los malos sentimientos brotan de nuevo".
Yo quiero una botella de vino joder. Es cuestión de espíritu ¿sabes?, las canciones nacen de la bola de la libertad, y aunque nadie escriba canciones para nadie, yo te tengo en mi corazón.
Ya no se me levanta, no siento atracción por nadie, hace tiempo que dejé de creer en el sexo y no me dejan tomar lo que quiero, porque alguien decidió que fuera ilegal. Llamo a Barcelona, a casa de Joan, nadie me contesta ¿Dónde coño estará?, ¿y nuestro pacto Lou?
Gracias, pero no tengo fuerzas para cambiar de vida, demasiado cobarde, temo a la muerte para ser un suicida, demasiado curioso de lo que será, de todo lo que nos puede pasar. Seguiré escribiendo, seguiré emborrachándome, y seguiré exprimiendo la vida, porque no se hacer otra cosa que no sea sobrevivir. Lo gasto todo en mi carrera, porque el arte va primero. Hasta que me encuentre bajo un puente, con un brick de vino tinto marca Don García, ese que cuesta 64 céntimos en el supermercado. Y moriré libre, y me mearé en la cara de Dios, y de la virgen, y de Satanás.
Devuelve al container lo que es del container.